TEORÍA DE SISTEMAS Y SOCIEDAD
Tomás Austin Millán Sociólogo, Antropólogo Social.
Este artículo es parte del libro FUNDAMENTOS SOCIOCULTURALES DE LA EDUCACIÓN,
Editorial Universidad "Arturo Prat" Sede Victoria, Capítulo 1, 2000,
pero es una nueva versión, porque se ha mejorado la presentación de los
conceptos, ayudado por la experiencia de explicarlo repetidamente a mis
alumnos. Desde hace casi medio siglo y superando a la costumbre de hablar de
"organización social", se ha comenzado a caracterizar a las
sociedades humanas como "sistemas sociales”, significando con ello que
existen una serie de fenómenos colectivos interdepedientes, -de alguna manera
ordenados e interactuantes que finalmente constituyen, producen y reproducen a
la sociedad humana. Se hace referencia al sistema o sistemas sociales para
indicar a la sociedad local, regional o nacional [1] [1] . A esos niveles de
referencia, el concepto de "sistema" resulta útil como herramienta
conceptual y de análisis, porque permite visualizar a un "todo"
heterogéneo de seres humanos, ordenado y en interacción recurrente. A partir de
lo anterior, podemos comenzar a hablar de una visión holística de la sociedad
humana. ¿Qué es una visión holística de la sociedad humana? Una visión
holística es una actitud en que aquello que se pone en estudio es visto como un
conjunto de partes interdependientes entre sí y donde el investigador debe
tratar considerar la forma en que todas estas partes trabajan y se afectan y
condicionan mutuamente en forma simultánea. De allí que se diga que la visión
holística considera al fenómeno estudiado como un todo. Lo contrario de la
visión holística es la visión atomista, donde las cosas se estudian parte por
parte, aclarando cómo funciona cada parte y cuál es su aporte al todo. La
visión holística [2] [5] de la sociedad, es una posición filosófica acerca del
conocimiento y de la ciencia y es opuesta a la visión atomista (a partir de la
física newtoniana) que ve a la sociedad compuesta de partes --reales o
conceptuales-- completamente independientes unas de otras y en el que el todo
no es mas que la suma de las partes. Por ejemplo, estudiar una escuela desde la
visión holista significa verla con toda sus partes funcionando simultáneamente
y preguntarse cómo es que eso ocurre y qué resulta de ese sistema funcionando.
En cambio en la visión atomista, se estudiarán parte por parte de la escuela,
aislándolas de la demás partes --usualmente estudiando sus funciones-- para ver
así sus resultados. La visión holística asume que el todo es superior o
diferente a las partes, algo que nos viene del mundo de la física y la química
desde comienzos de siglo. Como dice Johansen, "...los fenómenos no sólo
deben ser estudiados a través de un enfoque reduccionista. También pueden ser
vistos en su totalidad. En otras palabras, existen fenómenos que sólo pueden
ser explicados tomando en cuenta el todo que los comprende y del que forman
parte a través de su interacción.
COMPETENCIAS
CIUDADANAS
TEORÍA CLÁSICA DE
SISTEMAS
En los treinta últimos años se ha producido una rápida extensión del denominado paradigma sistémico en la reflexión sobre las políticas normativas, el Estado del bienestar y el Trabajo Social. El eco que proponía su renovación teórica parecía asegurado ya que la actual teoría de sistemas se fundamenta en una constatación que atañe a la complejidad estructural de la sociedad contemporánea y que ha acarreado la diferenciación de sistemas que recrean de forma objetiva la gestión de espacios sociales de forma independiente y autónoma de otros subsistemas. Su principal impulsor, Niklas Luhmann, profesaba en tal sentido una teoría del conocimiento fundada en una teoría de la sociedad, y su epistemología pretende construirse desde el respeto a la pluralidad policéntrica delimitada en el análisis de la realidad social, y el abandono de la concepción de la sociedad como una unidad compuesta por diferentes partes. Veamos cuál es el alcance de sus propuestas. Teoría clásica de sistemas La orientación sistémica en el Trabajo Social adopta aún el modelo basado en la teoría clásica de sistemas (Durkheim, funcionalismo, primera teoría cibernética) (1), entendiendo por sistema un conjunto de elementos interrelacionados entre sí, cuya unidad le viene dada por los rasgos de esa interacción y cuyas propiedades son siempre distintas a los de la suma de propiedades de los elementos del conjunto. No es necesario recordar que una de las ventajas que la teoría de sistemas proporciona es el elevado grado de generalidad de sus planteamientos y la amplitud del dominio de su aplicación. Pero al mismo tiempo es preciso indicar que, al igual que en otros ámbitos la teoría de sistemas ha sido aplicada como débil ideología, cargada de elementos tecnocráticos que no parecen corresponder con las pretensiones iniciales de la teoría, convirtiéndose en ocasiones la perspectiva sistémica en una vulgar metafísica sin fundamento alguno. diferencia entre sistema y entorno (conjunto de elementos que tienen influencia sobre los elementos del sistema o son influidos por él, aunque no pertenecen al mismo sistema). Un problema que afecta a la caracterización del sistema mismo y que se traduce en la diferencia entre sistemas abiertos y cerrados: aquellos sistemas que son tales en tanto mantienen relaciones con su entorno y aquellos que no precisan relaciones con su entorno para mantenerse como tales. Una de las fases más importantes en la evolución de la teoría de sistemas comienza a iniciarse en los años sesenta, cuando aparecen las denominadas teorías de la auto-organización, que consideraban sistemas que puede auto-organizarse, creando con ello su propia estructura y los elementos de que se componen. Es decir, sistemas que se constituyen a sí mismos mediante una clausura autorreferente y no tanto mediante un observador externo que señala la diferencia entre sistema y entorno. Son por tanto sistemas siempre cerrados: su clausura es condición indispensable de su existencia, sin embargo no podemos olvidar que estos existen como tales sólo en un entorno y que la diferencia entre sistema y entorno es una diferencia constitutiva de todo sistema. Por ello nunca puede pensarse en un sistema aislado del entorno, al modo de los sistemas cerrados de la teoría clásica, sino en un sistema autorreferente que, en su misma clausura, contiene la diferencia entre sistema y entorno, como diferencia constitutiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario