martes, 21 de mayo de 2013

ARTÍCULOS CIENTÍFICOS ACERCA DE LOS PARADIGMAS EMERGENTES






TEORÍA DE SISTEMAS Y SOCIEDAD 



Tomás Austin Millán Sociólogo, Antropólogo Social. 
Este artículo es parte del libro FUNDAMENTOS SOCIOCULTURALES DE LA EDUCACIÓN, Editorial Universidad "Arturo Prat" Sede Victoria, Capítulo 1, 2000, pero es una nueva versión, porque se ha mejorado la presentación de los conceptos, ayudado por la experiencia de explicarlo repetidamente a mis alumnos. Desde hace casi medio siglo y superando a la costumbre de hablar de "organización social", se ha comenzado a caracterizar a las sociedades humanas como "sistemas sociales”, significando con ello que existen una serie de fenómenos colectivos interdepedientes, -de alguna manera ordenados e interactuantes que finalmente constituyen, producen y reproducen a la sociedad humana. Se hace referencia al sistema o sistemas sociales para indicar a la sociedad local, regional o nacional [1] [1] . A esos niveles de referencia, el concepto de "sistema" resulta útil como herramienta conceptual y de análisis, porque permite visualizar a un "todo" heterogéneo de seres humanos, ordenado y en interacción recurrente. A partir de lo anterior, podemos comenzar a hablar de una visión holística de la sociedad humana. ¿Qué es una visión holística de la sociedad humana? Una visión holística es una actitud en que aquello que se pone en estudio es visto como un conjunto de partes interdependientes entre sí y donde el investigador debe tratar considerar la forma en que todas estas partes trabajan y se afectan y condicionan mutuamente en forma simultánea. De allí que se diga que la visión holística considera al fenómeno estudiado como un todo. Lo contrario de la visión holística es la visión atomista, donde las cosas se estudian parte por parte, aclarando cómo funciona cada parte y cuál es su aporte al todo. La visión holística [2] [5] de la sociedad, es una posición filosófica acerca del conocimiento y de la ciencia y es opuesta a la visión atomista (a partir de la física newtoniana) que ve a la sociedad compuesta de partes --reales o conceptuales-- completamente independientes unas de otras y en el que el todo no es mas que la suma de las partes. Por ejemplo, estudiar una escuela desde la visión holista significa verla con toda sus partes funcionando simultáneamente y preguntarse cómo es que eso ocurre y qué resulta de ese sistema funcionando. En cambio en la visión atomista, se estudiarán parte por parte de la escuela, aislándolas de la demás partes --usualmente estudiando sus funciones-- para ver así sus resultados. La visión holística asume que el todo es superior o diferente a las partes, algo que nos viene del mundo de la física y la química desde comienzos de siglo. Como dice Johansen, "...los fenómenos no sólo deben ser estudiados a través de un enfoque reduccionista. También pueden ser vistos en su totalidad. En otras palabras, existen fenómenos que sólo pueden ser explicados tomando en cuenta el todo que los comprende y del que forman parte a través de su interacción.

COMPETENCIAS CIUDADANAS 


Las competencias ciudadanas son un conjunto de conocimientos, habilidades y disposiciones para construir convivencia, participar democráticamente y valorar el pluralismo en la búsqueda del bien común .Por consiguiente, se necesita pasar de una concepción que únicamente desarrolla la ciudadanía pasiva a otra que, además, desarrolle una ciudadanía activa; esto es, que no solamente busque la formación en conocimiento, comprensión y conductas que permitan la convivencia en comunidad y la observancia de la ley, sino que además promueva el desarrollo de habilidades de participación para asumir posiciones críticas, debatir con argumentos sólidos y proponer modelos alternativos de estructuras y procesos democráticos, que permitan construir nación y fortalecer de esta manera cada más la democracia sin necesidad de la violencia (Cortina, 2005). El primero tiene que ver con la Educación sobre ciudadanía: suministrar a los estudiantes conocimientos y elementos suficientes sobre la historia nacional, los orígenes de la violencia con sus causas y consecuencias, las estructuras de los organismos que conforman el Estado y la relación gobierno poder para entender cómo se desarrollan los procesos tanto del gobierno como de la vida política; además, propiciar el respeto por las diferencias especialmente de pensamiento para mejorar los procesos de convivencia (Cortina, 2007). El segundo tiene que ver con la Educación mediante el ejercicio de la ciudadanía: facilitar el aprendizaje mediante la participación activa de los estudiantes en experiencias democráticas reales dentro de la universidad, en el entorno inmediato o en la comunidad (por ejemplo, intervención en el gobierno estudiantil, en la realización de encuestas de opinión, en proyectos ambientales de la universidad o de la comunidad). Este tipo de participación refuerza el componente de conocimiento, mediante la acción (Cortina, 2007). El tercero hace referencia a la Educación para la Ciudadanía: formar para que los estudiantes cuenten con un conjunto de herramientas tales como conocimiento y comprensión; habilidades y aptitudes; valores y disposición a la acción, respeto y tolerancia que les permitan asumir de manera activa, sensata y crítica, cargos y responsabilidades a lo largo de toda su vida (Cortina, 2007). Adicionalmente, los estudiantes van a ejercer también la ciudadanía en un mundo cada vez más globalizado en todos los aspectos, principalmente en lo económico, en lo laboral, en lo social, en lo político, en lo cultural, etc.; lo que conlleva afrontar problemas globales que requieren visiones con soluciones igualmente globales. En efecto, ya un estudiante no puede apartarse de que vive en una aldea global, y el profesor no puede desconocer en la formación que le está impartiendo al estudiante sin tener en cuenta este aspecto tan importante en la vida educativa actual (Martinez, 2003).Así, la capacidad de ejercer la ciudadanía y de actuar con base en los principios concertados por una sociedad y validados universalmente son el deber ser del estudiante. Además de relacionarse con la actuación de una persona, las competencias ciudadanas implican la capacidad para efectuar juicios morales, y tomar decisiones con base a ellos, conocer el funcionamiento del Estado y comportarse e interactuar con otros y consigo mismo (Santiesteban, 2009). El desarrollo de estas competencias permite que los estudiantes participen activamente no sólo en la institución educativa, sino también en la esfera pública y en las organizaciones a las que se vinculen, para promover intereses colectivos, defender derechos y cumplir deberes como ciudadanos y miembros de una comunidad o grupo. Igualmente, les posibilita la reflexión y la crítica frente a su comportamiento y el de los demás, el manejo de conflictos y la asunción de posiciones argumentadas sobre los hechos importantes de la vida local, regional, racional e internacional (Escamez, 2002).

TEORÍA CLÁSICA DE SISTEMAS 

En los treinta últimos años se ha producido una rápida extensión del denominado paradigma sistémico en la reflexión sobre las políticas normativas, el Estado del bienestar y el Trabajo Social. El eco que proponía su renovación teórica parecía asegurado ya que la actual teoría de sistemas se fundamenta en una constatación que atañe a la complejidad estructural de la sociedad contemporánea y que ha acarreado la diferenciación de sistemas que recrean de forma objetiva la gestión de espacios sociales de forma independiente y autónoma de otros subsistemas. Su principal impulsor, Niklas Luhmann, profesaba en tal sentido una teoría del conocimiento fundada en una teoría de la sociedad, y su epistemología pretende construirse desde el respeto a la pluralidad policéntrica delimitada en el análisis de la realidad social, y el abandono de la concepción de la sociedad como una unidad compuesta por diferentes partes. Veamos cuál es el alcance de sus propuestas. Teoría clásica de sistemas La orientación sistémica en el Trabajo Social adopta aún el modelo basado en la teoría clásica de sistemas (Durkheim, funcionalismo, primera teoría cibernética) (1), entendiendo por sistema un conjunto de elementos interrelacionados entre sí, cuya unidad le viene dada por los rasgos de esa interacción y cuyas propiedades son siempre distintas a los de la suma de propiedades de los elementos del conjunto. No es necesario recordar que una de las ventajas que la teoría de sistemas proporciona es el elevado grado de generalidad de sus planteamientos y la amplitud del dominio de su aplicación. Pero al mismo tiempo es preciso indicar que, al igual que en otros ámbitos la teoría de sistemas ha sido aplicada como débil ideología, cargada de elementos tecnocráticos que no parecen corresponder con las pretensiones iniciales de la teoría, convirtiéndose en ocasiones la perspectiva sistémica en una vulgar metafísica sin fundamento alguno. diferencia entre sistema y entorno (conjunto de elementos que tienen influencia sobre los elementos del sistema o son influidos por él, aunque no pertenecen al mismo sistema). Un problema que afecta a la caracterización del sistema mismo y que se traduce en la diferencia entre sistemas abiertos y cerrados: aquellos sistemas que son tales en tanto mantienen relaciones con su entorno y aquellos que no precisan relaciones con su entorno para mantenerse como tales. Una de las fases más importantes en la evolución de la teoría de sistemas comienza a iniciarse en los años sesenta, cuando aparecen las denominadas teorías de la auto-organización, que consideraban sistemas que puede auto-organizarse, creando con ello su propia estructura y los elementos de que se componen. Es decir, sistemas que se constituyen a sí mismos mediante una clausura autorreferente y no tanto mediante un observador externo que señala la diferencia entre sistema y entorno. Son por tanto sistemas siempre cerrados: su clausura es condición indispensable de su existencia, sin embargo no podemos olvidar que estos existen como tales sólo en un entorno y que la diferencia entre sistema y entorno es una diferencia constitutiva de todo sistema. Por ello nunca puede pensarse en un sistema aislado del entorno, al modo de los sistemas cerrados de la teoría clásica, sino en un sistema autorreferente que, en su misma clausura, contiene la diferencia entre sistema y entorno, como diferencia constitutiva.


No hay comentarios:

Publicar un comentario